“TE QUIERO UN MONTÓN”
·
Dentro de las muchas opciones que se me
ofrecieron para escoger, decidí este libro debido a diversas razones.
Principalmente fue su llamativa portada, amarilla con un gran dibujo en el
centro, la que me impulsó a acercarme en un primer momento. Teniendo el libro
entre mis manos y leyendo cada una de sus páginas, me di cuenta de que se
trataba de una historia preciosa, cercana a todos los niños y que por lo tanto,
el día de mañana me gustaría leer dentro de mi aula como profesora. Y como
último factor influyente en mi decisión, destacar que me sentí bastante
identificada con la historia y me recordó a todas esas noches del pasado en las
que, mi madre me acostaba a dormir y me repetía, de todas las formas posibles, lo
mucho que me quería para que me durmiese con una gran sonrisa.
· FECHA BIBLIOGRÁFICA:
Titulo: “Te quiero un montón”.
Autor: Juan Carlos Chandro.
Ilustradora: Mª. Luisa Torcida.
Editorial: Bruño.
Fecha 1ª Edición: 2007
Edad
en la que me baso para realizar este análisis: 4-5 años
Con
respecto al autor, Juan Carlos Chandro es un escritor de cuentos infantiles
español, cuyo estilo me ha llamado mucho la atención. Sus libros, a diferencia
de muchos otros que se basan simplemente en contar historias que se consideran
adaptadas a las capacidades receptivas de los pequeños, nacen de las ganas de
acercarse a ellos, de conocerlos. Los observa, habla con ellos y con sus
personas cercanas. Es consciente de que un libro para "pre-lectores"
será leído por sus padres, y para propiciar una lectura activa, incluye
onomatopeyas y canciones.
Sus escritos no son en vano; él busca un objetivo, busca que
el niño disfrute mientras lee o escucha sin tener que hacer un gran esfuerzo. Convirtiendo,
así, la lectura en algo de disfrute.
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RESUMEN: Garbancito no ha tenido uno de sus
mejores días; su padre está fuera y su madre tiene tanto trabajo que no ha
podido jugar con él. Tras cenar rápidamente, la madre le acompaña a la cama y
le prepara para irse a dormir. Pero para Garbancito todavía falta un detalle
para poder finalizar el día, escuchar cuánto le quiere su madre. Y, para hacer
los deseos de su hijo realidad, a partir
de ese momento ella se encarga de transmitirle su amor de mil maneras
distintas.
·
FORMATO: Centrándome más en el aspecto exterior
y en el formato, se trata de un libro de gran tamaño, que por lo tanto es de
manejo difícil para los niños. Para afrontar esta dificultad dentro del aula a
la hora de presentarlo, se me ocurre comprar otro ejemplar de menor tamaño que
también existe. Sin embargo, para el papel de la profesora en el momento de "cuentacuentos", lo considero perfecto pues no es difícil de manejar y permite
que los dibujos se vean desde la distancia media que suele haber, en estas situaciones,
entre maestra y alumnos.
Del
mismo modo, las esquinas no están bien ideadas para los pequeños pues son
bastante puntiagudas, así que también habría que hacer algo para cambiarlo; o
bien aplastarlas o bien recubrirlas con algún material blando para evitar heridas.
La portada es muy llamativa, lo cual valoro positivamente pues
atrae la atención de los niños. El titulo es bastante grande y de color rojo,
lo cual también puede ser una buena herramienta para crear interés. La imagen
que en ésta aparece es la del protagonista, Garbancito, en brazos de su
madre mientras esta lo abraza. En la esquina superior derecha aparece dibujado
un corazón como último detalle para dejar claro que se trata de una narración
basada en el amor y el cariño.
Las ilustraciones presentes a lo largo de sus páginas son bastante repetitivas y realistas, aparecen siempre los mismos tres
personajes en tonos pastel; azul, amarillo y rojo.
Se trata de la madre, el hijo Garbancito, y el perro. Este último aparece, por lo general, colocado en la página izquierda como en un segundo plano y que, sin tener
ningún tipo de protagonismo en la trama de la historia, siempre se le
caracteriza con aquella parte de la historia en la que se encuentre en ese momento.
Por ejemplo, cuando el pequeño le pide a su madre que le lea un cuento antes de
dormir, aparece el perro moviendo la cola demostrando entusiasmo y sujetando un
ejemplar del cuento entre los dientes; también cuando la madre le dice al
hijo que le va a expresar cuánto lo quiere cacareando como si fuera un gallo, momento en que aparece una ilustración del perro disfrazado de gallo.
Sin embargo la tipografía es un aspecto que, bajo mi punto de
vista, se podría mejorar. Considero que, ya que el espacio lo permite, se
tendría que haber hecho un poco más grande y en un color más oscuro que el
gris.
Por lo tanto, haciendo un análisis general del formato y del
aspecto externo del libro, este es bastante positivo y una muy buena opción
para introducir dentro del aula de infantil.
·
CONTENIDO:
El tema principal que refleja la trama del libro es la
necesidad por parte de los pequeños de sentir el amor que sus padres, en este
caso la madre, sienten por ellos; tanto de forma verbal como mediante acciones. Creo que hay dos momentos cruciales en el
texto que me llevan a considerar este como eje central de la historia; en el
principio cuando Garbancito está triste
porque no ha podido compartir tiempo con sus padres durante ese día y por lo
tanto les echa de menos a ellos y sus expresiones de amor (como pasar tiempo
con él jugando), y ya casi al final cuando el pequeño le transmite estas
palabras a su madre: “¿Sabes qué, mamá?
Ya sé que me quieres, pero me gusta mucho que me lo digas.”
En esta etapa del desarrollo evolutivo, entre los 4-5 años,
los niños, según la psicología de Piaget, se encuentran en un estadio fálico
donde se están empezando a formar como personas autoritarias y plenamente
conscientes del “yo”. Durante este proceso tienen como referentes y personas
significativas a los padres. Además se trata de un tipo de inteligencia
emocional que se desarrolla fundamentalmente por medio de la confrontación
activa con el medio, es decir, se debe realizar la acción para comprenderla. Se
debe saber cómo les pueden llegar a querer sus figuras referentes para ellos
entender cómo se desarrollan esos sentimientos positivos y esas emociones en
relación a terceras personas. Por lo tanto, el nacimiento y la evolución de
estas destrezas se inicia con la actitud positiva y abierta a enseñanza y
demostración de los padres.
Con toda esta fundamentación teórica se puede llegar a
explicar por qué a Garbancito no le basta con saber cuánto le quiere su madre
sino que además siente la necesidad de escucharlo. Lo alumnos a los cuales
considero que se les debería leer este libro, en relación a su desarrollo, se
pueden sentir identificados con el protagonista de la historia.
Ademas de demostrar que hay millones de formas de expresar el
amor y que sólo hace falta dar rienda suelta a la imaginación para esto. Como
se le ocurre a la madre; con la nariz tapada, con eco, como los toros, los
patos o los gallos, con un tono de voz bajito o gritando o con un fuerte
abrazo.
Un tema secundario puede ser la falta de ganas por
parte de Garbancito de irse a dormir. Esto se puede percibir desde el principio
de la historia, cuando, llegado el momento de meterse en la cama, el pequeño
desea alargar la jornada un poco más pidiéndole a su madre que le lea un
cuento. Como sus deseos son rechazados por la madre, él insiste en que no salga
de su habitación y lo deje solo y la retiene formulándole la pregunta que crea toda
la trama posterior: “¡Mamá! […] Que me
digas que me quieres…”.
Este es un argumento que aparece varias veces durante el
desarrollo evolutivo de los pequeños, la ausencia de ganas de irse a dormir por
las noches. Este momento se resalta sobre todo entre los cuatro y los cinco años
pues, como apuntaba Piaget, es en ese momento cuando los niños están más ansiosos y con ganas de conocer más el mundo que los rodea y de entenderlo todo. Así que, el
irse a dormir, lo perciben como una desconexión del mundo real y una pérdida de
la oportunidad de seguir indagando y descubriendo.
Un tercer tema, enfocado más desde la visión del
adulto, puede ser la falta de atención a los hijos por dar mayor importancia y
preferencia a los deberes laborales y del hogar. Este tema aparece en la
narración desde el primer momento cuando se comenta: “Garbancito está triste. Su papá está de viaje y esta tarde, su mamá
tenía tanto trabajo que no ha jugado nada con él.”
Se trata de una estructura lineal. Presenta un
planteamiento inicial: el final de un día triste para Garbancito y el momento
de cenar e irse a dormir. Posteriormente, él muestra su deseo
de quedarse despierto un rato más y le pide a su madre que le diga cuánto lo quiere, deseo que termina creando una larga conversación entre madre e hijo y
que completa el nudo de la historia. Y finalmente un desenlace donde el pequeño
entiende que su madre lo quiere muchísimo y se va a dormir y a descansar mucho
más contento de lo que estaba antes de hablar con su madre. Este tipo de
estructuras es muy adecuado para los 4-5 años pues van a entender fácilmente lo
que está pasando y no se van a perder o distraer en el hilo de la historia.
El protagonista es, como ya he nombrando varias veces
antes, Garbancito, un niño pequeño al cual le llega su momento de irse a
dormir. La caracterización que se hace en todo momento de éste, es
totalmente realista y por lo tanto da pie a que los alumnos se sientan
identificados con él. Situación debida a los varios aspectos
que he comentado anteriormente donde el protagonista presenta actitudes muy
comunes entre los niños de esas edades.
Respecto a los otros personajes, se pueden destacar
otros dos. La madre que acompaña a su hijo durante toda la narración y que, por
lo tanto, cumple también con parte importante de los hechos. La figura maternal
que se da es bastante positiva para los niños que lo estén escuchando, pues
pueden relacionarla con su propia madre y ser conscientes de que los quieren
mucho aunque no se lo estén diciendo todo el tiempo. Además, los más avispados,
van a entender que aunque los padres tengan trabajo eso no significa que se
olviden de ellos.
Y el perro, que como he contado, cuando he hablado de las
ilustraciones, aparece siempre en un segundo plano y nunca se habla de él en el
texto. Sin embargo personalmente considero que también cumple una función
especifica dentro de los hechos. El perro refleja con actos y expresiones lo
que las escritas quieren transmitir. Esta tercera aparición me parece una buena
manera de crear mayor acercamiento con los receptores alumnos, pues muchas
veces los animales les entusiasman más.
En cuanto a los valores que presenta el texto considero
que el principal es demostrar el cariño a las personas que no queremos perder y
que deseamos ver contentas. Como del mismo modo también tenemos que pedirlo
cuando lo necesitamos, sin dejarnos cohibir por miedos o inseguridades.
Demostraciones y peticiones que deben existir sobre todo en las relaciones
padres-hijos.
Mirando el otro lado de la moneda, sólo considero que se
pueda extraer un contravalor de este libro. Se trata de la falta de
tiempo que muchas veces los padres encuentran para dedicarles a sus hijos. Este
día a día puede resultar poco pero es algo que a largo plazo y sin que ellos se
den cuenta, tiene grandes repercusiones en los niños. Por lo tanto, todas las
maneras que haya para comunicar la necesidad de que esto deje de pasar, me
parecen pocas.
Para finalizar el análisis del contenido, el lenguaje se
basa principalmente en diálogos cortos. Por lo tanto considero que es sencillo
y adecuado para los alumnos a los que destino esta lectura. Hay
un narrador que va introduciendo los diálogos abiertos y que analiza un poco la
situación desde fuera.
Esta forma de escribir los cuentos me parece muy interesante
para infantil puesto que da pie a la maestra a poner distintas voces y hacer más real
y viva la historia dentro del aula.
Aparecen también distintas modalidades de expresión como son
las onomatopeyas:
“Cua…Cua…Cua…¡Cuánto te
quiquiriquiero!”
“Muuu…Muuu…¡Muuua!”
O la variación de la tonalidad de la voz:
“¿Te lo digo bajito,
como si fuera un secreto? Te quieeeeeero.”
“¿Te lo digo muy alto,
para que se entere todo el mundo? ¡TE QUIEEEEEEERO!
Estos
cambios en el lenguaje hacen más amena y divertida la escucha a los pequeños
que se divierten descubriendo nuevas maneras de expresarse, siempre en relación
al momento de interés por conocer en el que se encuentran en esa edad.
·
CONCLUSIÓN:
Tras haberme sumergido de manera completa en todo lo que este
libro ofrece, estoy totalmente segura de que será uno de los componentes de mi
biblioteca el día de mañana cuando sea maestra.
Y, aunque sigo pensando que se puede leer en un aula 4-5 y no
me arrepiento de mi decisión, pues he conseguido contrastarla con diversos
datos teóricos como he explicado en el análisis. También apoyo la idea de que
se lea en edades más tempranas como 3-4. Esto es debido a que me parece un
libro bastante flexible y abierto a diversas interpretaciones; con esto quiero
decir que a los más mayores se les lee con una intención mientras que a los
pequeños con otra, igual que las conclusiones y las enseñanzas van a ser
distintas en cada uno de los grupos. Por lo tanto, con esto se demuestra que,
aunque a primera vista parezca un libro sencillo y sin mucho contenido, tiene
muchos mensajes ocultos y se puede sacar mucho provecho de él.
Me ha gustado mucho esta actividad, pues me he sentido más
cercana a la Literatura Infantil de lo que he podido llegar a estar
anteriormente y he podido darme cuenta de que todo lo que se lea dentro de las
aulas de infantil es muy importante y hay que tratarlo de manera muy detallada
y sobre todo aprendérselo y entender qué queremos transmitirles a nuestros
alumnos.
Psicosocial, P. (n.d.). Psicología Evolutiva, 1–9.
Erikson, C.-P. D. E. E. (n.d.). Escuela Radial de Catequesis Argentina, 1–45.
¡LA LITERATURA NOS DA ALAS Y PODEMOS VOLAR ENTRE LETRAS!
Buenas tardes, Alicia.
ResponderEliminarEn primer lugar, me gustaría comentarte que me ha parecido una actividad muy completa y bastante bien elaborada. He agradecido mucho a la hora de leer el ejercicio la buena organización y la manera que tienes de expresar tus ideas, dado que me ha resultado gracias a eso un ejercicio ameno y sin ninguna dificultad a la hora de poder entenderlo.
Para comenzar te diré que estoy totalmente de acuerdo en lo que comentas respecto al manejo del libro debido a su tamaño. Es cierto que los libros que son más grandes o que tienen un mayor peso van a llamar menos la atención de los niños por el simple hecho de que les será más difícil desplazarlo. Los niños no se están quietos, cada uno elegirá un lugar diferente donde poder sentarse tranquilamente a leer el libro, y es muy probable que elija otro diferente si no se sienten cómodos cuando lo cogen. En cambio, como bien dices, para la profesora es un formato mucho más adecuado, a la hora de contar cuentos en el aula, tantos los maestros como los niños agradecen poder ver adecuadamente lo que tienen delante, y si es un libro grande, que hasta el último niño que se haya sentado sea capaz de ver sin problema, mucho mejor. Es por eso que fomento tu idea de comprar un formato mucho más reducido para el uso personal de la biblioteca de aula que utilizarán los libros, y que el grande, por consiguiente, quede reservado para el uso de la profesora.
Me gustaría resaltar una frase que has usado que dice algo así “no les basta con saber que les quieren, tienen la necesidad de escucharlo”. Me he parado a pensar en la funcionalidad que le das al libro al expresarlo de esta manera, y he considerado la opción de que los padres podrían usarlo en casa con sus hijos cuando vean que ellos se puedan sentir de esta manera. Por ejemplo; la llegada de un nuevo hermano siempre suele causar este tipo de impresiones “ya no me quieren; le quieren más a él” y los propios celos. El libro trata en sí -según lo que he leído de tu actividad, dado que no he leído el libro- de como la madre le hace entender al hijo que, aunque no le dice continuamente que lo quiere, siempre lo hace. Es por eso que lo relaciono con la llegada de un nuevo miembro al hogar, dado el hecho de que los hijos podrían sentir que ya no son queridos porque no se les hace el caso anterior, podrían tomar de ejemplo a Garbancito. Los padres podrían intentar explicarles a los hijos, al igual que hace la madre del cuento, que a pesar de que considere que no le quieren, eso no es así.
Para finalizar el comentario sólo voy a resaltar, al igual que has hecho tú, el uso de las onomatopeyas a lo largo del libro. Estas fomentan la interacción de los niños con la persona que les esté contando el cuento, hacen de ese momento algo más dinámico y divertido, pues da rienda suelta al juego creativo y a la imaginación tanto del niño como del adulto. Es mucho más satisfactorio encontrar un libro con el que puedes dar rienda suelta a tus pensamientos y dejarte guiar más para poder hacer de un juego la lectura, los niños lo agradecen, y los adultos también.
Te felicito de nuevo.
Un saludo, Rebeca.
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EliminarUn excelente comentario, Rebeca.
EliminarBuenas tardes Alicia,
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu análisis del cuento, además de la portada que nada más abrir tu blog que pareció muy tierna. Como dices en el primer párrafo, dices que te transporta a cuando tu madre te acostaba y te decía múltiples veces cuánto te quiere.
Lo más cercano a Juan Carlos Chandro que conozco es “Tú eres mi héroe”, de la editorial Barco de Vapor. Aunque es más para niños de 6-7 años. Este autor tiene la facilidad de crear una motivación por la lectura, siendo sus libros sencillos de leer o escuchar sin ningún esfuerzo como has comentado.
Comentas el tamaño del cuento, pues yo desde mi punto de vista elegiría el tamaño grande para tenerlo en clase, que ellos puedan cogerlo con cuidado. Enseñarles que hay que tratar las cosas con respeto. Pero si tu idea es que se lo lleven a casa, la idea de un formato más práctico para ellos está bien. No sé cómo es el libro, entonces acerca de las esquinas por lo que comentas estaría bien hacerlas una modificación.
El perro como personaje secundario siempre va a tener un personaje, pues aunque no esté en primer plano los niños van a observarlo e incluso señalarlo o nombrarlo si les llama la atención.
Cuando hablas de la tipografía sería buena idea que pusieses una foto para que podamos ver como es, porque comentas que es de pequeño tamaño y que no se aprecia mucho, pero yo no puedo verlo.
La explicación de Piaget sobre que Garbancito quiere que su madre le diga “Te quiero” me parece muy interesante y necesario para comprender el por qué. Además que hay muchísimas maneras de expresarlo: besos, abrazos, caricias, cosquillas…
Me siento identificada con Garbancito cuando intenta prolongar la estancia de su madre pidiéndole que le diga que le quiere. Yo de pequeña lo hacía pero pidiendo que me cantaran canciones. Claramente es una desconexión del mundo real donde se pierde tiempo de hacer cosas, pero es necesario para descansar. Igualmente durmiendo se explora y se imagina, pues se podría contar algún cuento antes de dormir acerca de lo bonitos que son los sueños (a pesar de existen pesadillas, inevitables). Todo niño tiene problema a la hora de jugar con su figura principal o figuras principales, pero tienen que entender que no todo gira en torno a ellos. Los padres tienen deberes que han de cumplir y hay que hacerles entender eso a los niños. Que jugar solos o con otros compañeros es muy divertido.
Lo que no me termina de convencer es que se mencione al padre que está viajando y no aparezca en ningún momento. Me da la sensación de que es la madre la que siempre está ahí. Que sí, luego habrá otros cuentos que pase lo mismo siendo papá el protagonista, pero es mi punto de vista.
Los miedos e inseguridades deben desaparecer, siempre hay que dar amor. Considero que el cuento puede empezar a leerse desde los 3 años, pues ya dicen algunas palabras y entre ellas se puede introducir la frase “Te quiero”.
A la hora de escribir “contravalor”, la cambiaría por “actitud negativa” o valor o actitud opuesto / a”, puesto que la falta de tiempo no es considerada como un contravalor, sino como una realidad que no se puede cambiar.
Las onomatopeyas hacen que los niños presten mucha atención al cuento pues o son exageradas en todo o son en bajito, queda muy bien en los cuentos.
Repito, me ha gustado tu análisis y además tu cuento tiene pinta de ser interesante…
Un beso,
Irene Martín.
Buen comentario, Irene.
EliminarEn relación al padre, como la literatura es simbólica, la madre de Garbancito puede representar a cualquier miembro de la familia. El hecho de que el padre esté de viaje es una excusa para "dejar solos" al niño y a un adulto de referencia. Si el padre estuviese en casa, uno de los dos se habría encargado del cuento diario.
Como en el análisis se pide que se hable de valores y contravalores, la falta de tiempo para los demás es un contravalor. Tal y como tú lo presentas, parece que es imposible atender 5 minutos (que es lo que dura un cuento) a un niño y es obvio que la madre, finalmente, sí encuentra tiempo para hacerlo.
No es cuestión de meterse en cuestiones psicopedagógicas pero, aunque es cierto que un niño debe ir aprendiendo que no todo gira en torno a él, la hora de irse a dormir siempre es especial. Busca información al respecto de por qué hemos de perder unos minutos con nuestros pequeños a la hora de acostarlos.
Has realizado un magnífico trabajo, Alicia. Enhorabuena.
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