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viernes, 28 de abril de 2017

ACTIVIDAD 3


LA HORA DEL CUENTO




¡Bienvenidos a nuestro tercer viaje entre letras!

En esta nueva aventura traigo algo totalmente distinto e innovador a lo anterior; la puesta en práctica de la literatura dentro de las aulas de infantil.

Desde los comienzos de la educación se ha dado la Literatura como una de las ramas artísticas que forman parte del itinerario académico. De este modo se busca conseguir que la habilidad lectora y el gusto por la cultura y el arte nazcan como un placer desde edades tempranas.

Esta introducción, dentro del aula, puede hacerse mediante diversas estrategias como pueden ser principalmente; narración con libro, cuenta-cuentos y lectura. Son formas de transmisión literaria necesarias sobre todo en infantil puesto que los pequeños a estas edades tienen mayor dificultad a la hora de mantener la atención y de encontrar y mantener el interés por este tipo de actividades. Se encuentran en etapas del desarrollo en las cuales necesitan estar en continuo movimiento y con ganas de descubrir, por lo tanto es muy importante conocer sus necesidades e intereses para poder adaptarse a ellas en todas las actividades y no sólo en aquellas que surgen de mano de ellos como iniciativa propia. Aunque, también es posible que, si este trabajo se hace correctamente, la lectura surja en un futuro como propuesta de los propios alumnos.

En mi caso particular he decidido escoger la transmisión de la historia escrita mediante la estrategia de narración con libro pues era la que menos había podido practicar en mis experiencias con niños y quería verme en la situación para poder observar desde cerca cuáles son los aspectos en los que "flaqueo" y cuales tengo interiorizados y entendidos. Además porque considero que es, de las tres propuestas, la que más protagonistas hace a los niños y más juego puede dar a la hora de trabajarla.

¿Con qué libro hago la actividad? ¿Cómo la llevo a cabo dentro del aula?

A la hora de decidir con qué texto quería llevar a cabo la narración tuve que tener en cuenta diversos aspectos, pero principalmente a qué alumnos iba a ir referido, pues hay que pensar en sus necesidades, intereses y momentos evolutivos. Por lo tanto, tuve bastantes dudas, ya que no es sencillo encontrar el libro perfecto, que esté hilado coherentemente con los receptores y con la estrategia de transmisión.

Realice una búsqueda por todos mis libros de la infancia que todavía conservo y finalmente me decidí por uno de mis favoritos cuando era pequeña y el que recuerdo que escuchaba con más ganas y sin saciarme. Se llama “Con las puntas de los dedos”  y, como os voy a contar más adelante, se trata de una historia muy dinámica y que con facilidad va a atraer el interés de los pequeños.

                         


Como ya se puede observar desde su portada no encontramos únicamente las ilustraciones típicas que puede haber en un libro infantil sino que además están representadas unas huellas del color del oro que se complementan con una frase de subtitulo que puede servir como introducción a lo que va a ser el resto de la historia; “El libro con un camino de oro de ida y vuelta”.

Una vez que abrimos la portada, nos encontramos con esta dos primeras páginas:

                                 


Aquí ya se explica con más detalle que vamos a necesitar las manos para seguir la historia y así se les indica a los pequeños invitándoles a colocar sus dos manos en las hojas. De este modo, se consigue que los niños sean parte activa de la historia y se sientan parte de la experiencia, por no decir protagonistas. Lo cual me parece muy importante pues cuanto más involucrados se vean ellos, mayor interés van a tener y más gusto van a cogerle al arte literario y a todo lo que este conlleva.

Por lo tanto se trata de un libro en el cual cada nueva página lleva entrelazada con la historia el camino que se tiene que seguir con la yema de los dedos para poder seguir el hilo de lo que se está narrando.

                             

Además, como se puede observar no contiene mucho texto y las ilustraciones son grandes y reflejan muy claramente lo que está escrito. Esto es muy importante en la estrategia escogida pues se trata básicamente de contar lo que está ilustrado y no de seguir el texto.

Por todos estos motivos considero que la mejor edad para introducir este texto en narración con libreo es en aulas con alumnos de dos-tres años de edad. Elijo esta como etapa idónea pues los niños están desarrollando el autocontrol y el autoestima, con lo cual he relacionado este momento evolutivo con la importancia que se les otorga al ser participes de la narración al levantarse para colocar sus dedos en el camino que indica el libro. Además el autocontrol se puede observar también en el momento en el cual no son ellos los que se levantan a dejar sus huellas, por muchas ganas que tengan, sino que va a ser otro de sus compañeros y tienen que respetarlo y dejar sus impulsos y deseos de un lado, y de ese modo, reafirmo, controlarse.

Como añadido argumentar mi elección del aula indicando que durante estas edades los pequeños están muy relacionados con el aprendizaje de los animales y es precisamente el tema principal del libro seleccionado.

                               


La manera de trabajarlo la abarco de la manera más sencilla. Mi idea es colocar a los niños en un semicírculo en el espacio dedicado a las asambleas o en algún lugar tranquilo, como la propia biblioteca (si hay, porque no todas las escuelas infantiles tienen) o llevármelos afuera, a cualquier sitio con césped donde se puedan sentar y escuchar lo que voy a narrarles. La idea de ir fuera es la que más me convence, pero sí es cierto que es la más “complicada” pues muchas veces no se dispone del lugar adecuado o la temperatura no acompaña.

Escogido el sitio, les empezaría explicando que voy a contarles un cuento con el que vamos a seguir un camino y que por lo tanto necesito su ayuda. Así, les llamaría uno a uno en un primer momento (sólo aquellos que se muestran interesados, sin obligar a nadie a hacer algo que no quieren) y les indicaría que para “abrir” el libro y empezar la historia deben colocar las manos en las dos estampas del principio que se pueden observar en la foto colgada líneas arriba. De este modo ya se empezarían a sentir parte de la actividad y se interesarán más en ver cómo prosigue. Seguiría esta estrategia durante toda la narración, llamando a los niños voluntarios para que siguiesen el camino de las huellas. Buscando siempre una interacción constante.

Además introduciría algunas preguntas durante el desarrollo de la historia y el paso de las páginas. Estas surgen como objetivo para ver qué van entendiendo de lo que les estoy contando en base a sus propias realidades, como por ejemplo;

¿Os habéis perdido alguna vez de papá o mamá como le pasó al pequeño cocodrilo?

¿Os gustaría bañaros en barro como hace el cerdo?

¿Os ha dado miedo la bruja Gertrudis?

Finalizada la narración dejaría el libro en el rincón de lectura del aula para que todos aquellos niños que quieran seguir descubriéndolo puedan hacerlo siempre que se les antoje.

¿Cómo he preparado la puesta en práctica?

Una vez superados los procesos anteriores de elección de libro y edad con los que quería desarrollar la actividad, me puse en el papel de la profesora que voy a ser el día de mañana y decidí prepararlo todo para llegar al aula y hacer la narración con libro de la mejor manera posible para conseguir mis objetivos; principalmente para que los niños se sientan atraídos por el momento dedicado a la literatura dentro del aula y que exista una conexión entre los pequeños y la narradora de la historia, yo.

Para ello dividí el trabajo en pasos. Primero empecé con una lectura únicamente mental y personal para entender la historia y analizar los momentos claves y las distintas estrategias que se me podían presentar para realizar la narración delante de la clase. Pues, aunque me lo hubiese leído y lo hubiese escuchado una infinidad de veces cuando era pequeña, no me acordaba muy bien y además la lectura que realizaba antes y la que realizo ahora son totalmente distintas, pues la visión de una niña no es la misma a la de una chica de 20 años y mucho menos a la de una futura profesora.

Una vez que tenía clara la historia y la forma en la cual quería transmitírsela a mis alumnos, pasé a dejar de lado la lectura y empezar con la narración. Para ello les propuse a mis cinco primos pequeños que se sentasen en semicírculo delante de mí para que les contase un cuento. Ellos al principio se mostraron un poco contrarios a la idea, pues no querían dejar de correr dando vueltas por toda la habitación, pero a medida que iba avanzando la historia les entusiasmaba más la idea de seguir la narración, tanto con la escucha activa como con el juego de recorrer sus dedos por el camino señalado y acompañar a los animales hasta el final del camino. Repetí esta estructura varias veces, ya que ellos siempre me gritaban “¡OTRA VEZ, LILI, OTRA VEZ!”. La forma en la que respondieron a la propuesta me motivó bastante y, en cierto modo, me indicó que algo estaba haciendo bien.

Por último, la misma mañana de la actividad en clase con mis compañeras decidí sentarme delante del espejo de mi habitación y narrarme a mi misma el cuento mientras iba enseñando las ilustraciones del libro. Fue mi padre el que me aconsejó hacerlo pues a él le servía mucho en las exposiciones de la universidad para practicar las caras y los gestos. Me pareció una idea muy interesante y sobre todo importante para la realización de esta actividad en concreto, porque muchas veces los niños buscan un intercambio de miradas o una cara por parte de la profesora a modo de aprobación o conexión y sentirse seguros. Volviendo así al concepto de autoestima que trabajan en estas edades principalmente.

Por lo tanto, con esto último concluí mi ensayo de la actividad, pues me sentía preparada para ponerla en práctica delante de mis compañeras.

¿Cómo es la puesta en práctica con mis compañeras? ¿Me evalúan?

La mañana de reunión con mi grupo (Leticia Pascual y Esther Andujar) para llevar a cabo las estrategias elegidas he de reconocer que estaba un poco nerviosa porque no es lo mismo hacerlo con niños pequeños que con mis iguales. Pero esos nervios desaparecieron enseguida pues me sentí muy a gusto con ellas y me di cuenta de que no tenía ningún sentido que estuviese así.

Fui la segunda en presentar mi estrategia y en pedir el feedback. Ellas me evaluaron muy positivamente. Me dijeron que había conseguido que se metiesen en la historia y generarles así un interés muy necesario en lo pequeños, sobre todo en los que yo había escogido de dos y tres años. Me comentaron también que les habían gustado mucho mis ideas para interactuar con los alumnos pues consideraban que esa es la parte más complicada de la actividad y que había encontrado buenos métodos para afrontarlo. A modo de critica constructiva me aconsejaron que levantase un poco el tono de voz ya que en algunas ocasiones habían tenido que hacer esfuerzos para escucharme.

En un segundo momento me cambie de compañeras y me puse con Ana Gómez y Paula Zamora y repetí la narración. Esta vez me volvieron a decir que les había gustado mucho mi método de afrontar la estrategia y que además les había gustado mucho el cuento. Me aconsejaron que me recogiese el pelo pues muchas veces se había colocado encima de las páginas del libro y podía convertirse en un obstáculo para los oyentes a la hora de visualizar las ilustraciones.

Por lo tanto, puedo considerar que la evaluación que han hecho mis compañeras es mayormente positiva y que les ha gustado mi trabajo.

¿Cómo me he visto yo?

Pasando ahora al terreno de la autoevaluación y a la perspectiva personal he de apuntar algunas cosas. Para empezar reafirmar que me he sentido mucho más a gusto y tranquila de lo que me esperaba y eso es algo que valoro muy positivamente, tanto por el hecho de que he mejorado con respecto al miedo que tenía de hablar en público, tanto como por el buen compañerismo que ha surgido.

Ahora, analizando cómo he visto yo que he desarrollado la actividad he de admitir que el resultado me agrada bastante. Considero que lo he podido hacer como lo tenía planeado, a pesar de tener que corregir algunos detalles. 

Como aspectos a mejorar sí es cierto que debo alzar un poco más el tono de la voz y para ello debo seguir trabajando en ganar seguridad en mí misma y perder la desconfianza y los nervios. Y también debo tener en cuenta el detalle de recogerme el pelo, pues es algo que nunca antes había pensado y sí me parece muy importante cambiarlo. 

CONCLUSIÓN:

A modo de síntesis y de evaluación general de la actividad comentar que me ha resultado un proyecto muy interesante y necesario para todas aquellas personas que el día de mañana quieran dedicarse a la educación.

Me he podido dar cuenta de que dista mucho la teoría de la práctica a la hora de hablar de actividades con pequeños, pues por mucho que sepamos de documentación sobre cómo se debe hacer, nunca nos vamos a dar cuenta de cómo de verdad se hace si no lo ejecutamos en nuestras propias carnes.

He aprendido mucho en esta tercera propuesta y me han aumentado las ganas de que llegue el día de mañana y pueda realizar todas estas cosas con mis futuros alumnos y aprender de ellos como ellos de mí.

Ahora, como digo siempre, sólo queda seguir nuestra aventura volando entre letras y conociendo más la Literatura.  

PD: He buscado el libro en PDF o colgado online para añadirlo a la bibliografía, pues me gustaría que el lector del blog se lo pueda leer y entender mejor todo aquello que cuento, pero no lo he encontrado. ¡De todas formas si te quedas con las ganas me lo puedes pedir y te lo dejo con mucho gusto!

¡HASTA LA PRÓXIMA VIAJEROS!

BIBLIOGRAFÍA:

http://www.mundodescargas.com/apuntes-trabajos/psicologia_t/decargar_etapas-del-desarrollo-psiquico.pdf

martes, 18 de abril de 2017

ACTIVIDAD 2


TEXTOS FOLCLORICOS EN EL AULA 



En este segundo apartado de nuestro viaje por la literatura y los textos llegamos a aquello que se conoce como tradicional, pues ha pasado de generación en generación. Como bien indica el titulo de este blog, volamos entre letras y de este modo se nos permite acercarnos a los inicios de esta literatura que hoy se engloba dentro de aquello conocido como “FOLCLORICO”. 

Este conjunto incluye no sólo cuentos, sino que también leyendas, mitos, dichos, canciones, fiestas, danzas, miles de juegos, supersticiones y muchas otras cosas que aprenden los más pequeños, incluso a día de hoy, de la mano de sus progenitores y adultos más cercanos. 


Por lo tanto, esta es una parte de la cultura que transmite magia y que, bajo mi opinión personal, es capaz de manejar el paso del pasado al presente y viceversa de una manera única y centrada en el contexto correcto. Con esto, quiero decir que son transmisiones que nunca van a ser exactamente iguales pues se amoldan a la situación y a las personas que están en el momento de transmisión. Teniendo siempre en cuenta que, sobre todo a la hora de narrar cuentos, la mayoría de las veces se hace con una intención y buscando un fin determinado.

Por lo tanto, se puede decir que este es uno de los puntos que marcan la diferencia más importante entre la literatura actual y la folclórica dentro del aula. Puesto que, no es lo mismo leer un cuento que narrarlo tras haber sido oyente activo en una ocasión previa y habiendo creado nuestra propia visión. 


Partiendo de esta base me sumerjo entonces en este maravilloso mundo y lo hago seleccionando tres textos con la intención de introducirlos en mi aula como futura profesora. Para esto tengo que tener en cuenta muchos aspectos como por ejemplo; el verdadero origen de los textos, así como a los propios autores, el lenguaje oral, las tradiciones, los personajes, los argumentos que se reflejan y se esconden en la historia y sobre todo la interpretación que van a hacer los niños en base a la edad en la que se encuentren. 


“EL PATITO FEO” de Hans Christian Andersen:




Este cuento surge de la mano de Hans Christian Andersen, poeta y escritor francés conocido principalmente por dar origen a muchos textos como el seleccionado. Es, sin duda, uno de los exponentes más importantes a la hora de hablar de Literatura Folclórica. 

He decidido escoger este como primer cuento porque pienso que se trabajan muchos temas importantes y que deben aparecer, antes o después, en todo contexto escolar. Estos son argumentos como el rechazo, el acoso, la falta de apoyo, la soledad, la familia, las amistades y enemistadas, la falta de implicación en las relaciones y la ausencia de empatía. 

Por lo tanto, en concordancia a la psicología evolutiva de los alumnos en base a sus edades y las características propias de estas, considero que es un texto que se debe tratar entre quinto y sexto de primaria. Una etapa durante la cual los alumnos ya empiezan a ser conscientes de las repercusiones de sus palabras y  de sus actos en el bienestar de los que les rodean. Y por lo tanto, los componentes que se forjan para dar cabida a una amistad o a todo lo contrario. Además, están en la edad perfecta para darse cuenta de cuál es el comportamiento adecuado y cuál no y por lo tanto, van a comprender que el camino correcto es aquel que acepta y acoge a los demás aunque sean distintos a nosotros, ya que en la diversidad se encuentra lo maravilloso. Refiriéndome al comportamiento de los cisnes como un ejemplo a seguir. 

Ademas, otro factor importante que ha influido en la elección del cuento es que, como hemos mencionado en clase, se trata de un reflejo de la vida del autor. Una especie de autobiografía escondida tras personajes de ficción. Lo cual me parece un dato bastante curioso y una herramienta para acercarnos más al contexto de origen y nos permite sensibilizarnos con la trama. 

Respecto a los cambios que pueden ser necesarios para introducir el texto dentro del aula, la verdad que no he considerado estrictamente necesario realizar ninguno. Se trata de receptores que ya han pasado los 10 años y que por lo tanto tienen la capacidad de distinguir a la perfección fantasía de realidad y que van a poder entender que algunos puntos de la historia suceden únicamente porque se trata de algo imaginario y con la intención de dar rienda suelta a su imaginación. Pasando ahora a aquellas palabras o expresiones que considero algo inapropiadas para la situación, no es necesario que las apunte como un “cambio” pues al tratarse de una narración oral y no escrita, es algo sencillo y sin necesidad de aprobación o anotación. 

Sin embargo, sí considero que en algunos puntos más que un cambio, es necesaria una aclaración complementaria para evitar que los alumnos saquen sus propias conclusiones y estén descontextualizando la situación o distorsionando el mensaje original. Como por ejemplo tras esta frase del texto: 

“-. Además, es macho -prosiguió-, así que no importa gran cosa. Estoy segura de que será fuerte y se despabilará.”

Pues puede ser un comentario que se saque de contexto y se considere “machista”, por lo que es necesario aclararles a los alumnos que NO se trata de un tema de inferioridad hacía el género femenino, sino que se hace referencia al modo en el cual se organizaba “la manada” animal en ese momento y cómo afrontaban las situaciones. Además es planteado como un punto a favor del pobre pato que sólo recibía negativas. 

Por lo tanto, la idea es presentar esta narración durante una sesión y relacionarla con alguno de los contenidos que estén tratando en ese momento. Me gustaría que se sentasen en circulo para escuchar el cuento, con la intención de crear un espacio más cercano y un punto de encuentro donde todos somos participes y protagonistas. Me parece importante que los alumnos se sientan parte activa de la tarea, pues esto aumenta el interés en ellos. 

Además, esta disposición permite a la perfección desarrollar la actividad posterior, en la cual se plantean una serie de cuestiones en relación a la historia escuchada dando, incluso, lugar a un debate posterior donde se tratan y se relacionan los argumentos y el contenido. Estas cuestiones pueden ser tales como: 

-“¿Os ha gustado la historia?” : A modo de introducción. 

-“¿Creéis que es adecuado el comportamiento de la madre?” : Para que puedan valorar positivamente el buen comportamiento que tienen sus respectivas madres (o no) y se vean en un futuro como padres y visualicen cómo se quieren comportar.

-“¿Os gustaría estar en la situación del protagonista?” : Para que se den cuenta y valoren que esa situación no es agradable para nadie y que por lo tanto hay que evitar que la gente cercana a ellos puedan vivirla. 


Como conclusión, reafirmar que me parece un texto muy especial y que puede servir de gran ayuda dentro del aula para tratar tanto temario como aspectos humanos que no entran dentro del contenido escolar. Además, como añadido, decir que me ha gustado mucho ver cómo se dan estos argumentos desde tiempos pasados y cómo perduran hasta día de hoy. Que siguen apareciendo en textos actuales y siguen siendo contenido de trabajo y reflexión. 


“EL LOBO Y LAS SIETE CABRITILLAS” de los Hermanos Grimm:





Este cuento folclórico tiene origen con los Hermanos Grimm, Jacob y Wilhelm Grimm. Dos escritores alemanes que son mayormente conocidos por sus cuentos infantiles y su famoso diccionario de alemán. 

Mi segunda elección no deja de ser relevante y significativa. He decidido escoger este cuento del lobo y las siete cabritillas pues recuerdo que era uno de mis favoritos cuando era pequeña. Me gustaba principalmente porque, a lo largo de la historia, era capaz de experimentar muchas sensaciones distintas en muy poco tiempo y eso me resultaba fascinante e innovador. Sentía miedo, angustia, incertidumbre, maldad, felicidad, liberación y muchas más. Y, he de reconocer, que ahora al volver a leerlo después de tantos años, se me han removido muchos sentimientos que me han hecho “volar” al pasado. Y seguramente esto forme parte de la “magia” que, como decía al principio, se crea en el folclore. 

Con respecto a la narración dentro del aula, considero que se debe hacer en un grupo de segundo ciclo de infantil, concretamente en alumnos entre los cuatro y los cinco años. Esto es debido a la relación posterior que he podido hacer con la psicología evolutiva en cada una de las etapas del desarrollo infantil. Los pequeños de esta edad están empezando a experimentar la responsabilidad moral; el “superyo” capaz de afrontar situaciones difíciles y de tomar sus propias decisiones. Por lo tanto,el poder observar la actitud de la cabrita más pequeña que, con toda valentía y astucia, se escondió mejor que ninguna y pudo servir de ayuda a la madre para encontrar a sus hermanas, les sirve a ellos para darse cuenta de que quieren comportarse como ella en un futuro. Además están en una etapa donde es muy importante que los padres pongan límites enérgicos y esto se refleja en la actitud de la madre antes de marcharse; 

-“"Hijas mías," les dijo, "me voy al bosque; mucho ojo con el lobo, pues si entra en la casa os devorará a todas sin dejar ni un pelo. El muy bribón suele disfrazarse, pero lo conoceréis enseguida por su bronca voz y sus negras patas." 

Seleccionada la edad idónea para narrar el cuento, considero que sí es necesario hacer alguna pequeña modifican del texto original a la hora de contarlo a los pequeños. No se trata de grandes cambios sino de detalles mínimos que hacen la comprensión más fácil y amena. Personalmente eliminaría los detalles específicos a cerca de cómo consiguen salvarse los que están dentro de la tripa, es decir aquellos momentos en los cuales se describe el destripamiento del lobo, pues considero que puede llegar a resultar “bizarro” y poco educativo para los niños. Por lo tanto, sin necesidad de cambiar la trama de la historia, cogería esa parte y la sintetizaría un poco. Por último, sustituiría algunas palabras complicadas por otras más sencillas para la capacidad cognitiva de los oyentes, como por ejemplo “presteza” la cambiaría por “rapidez” y “guijarros” por “piedras”.

Por lo demás, en general considero que es un texto bastante aplicable dentro del aula de infantil y que puede ser considerada una herramienta muy útil para explicar situaciones de la vida a los más pequeños, tanto de manera directa como indirecta. El contexto adecuado sería en un momento de actividad común donde todos nos sentamos en circulo y practicamos la escucha activa, abriendo todas nuestras capacidades de imaginación y creatividad. Puesto que la falta de imágenes es un muy buen método para que los pequeños forjen estas imágenes en sus cabezas y cada uno visualice los personajes y las situaciones de manera individual y única. 

Por último, a modo de síntesis final, posicionados en el mismo circulo donde hemos volando hasta el origen pasado del texto y dado vida a la historia, se me ocurre plantear una serie de cuestiones para tratar más en profundidad el contenido y observar cómo les ha llegado a cada uno de los alumnos el cuento. Estas cuestiones sería algunas como por ejemplo: 

-“¿Os ha gustado la historia?” : A modo de introducción. 

-“¿Os parece justo el castigo al lobo? : Para entender cómo ven ellos el castigo y hablar sobre la importancia de dialogar las cosas antes de actuar negativamente. 

-“¿Cómo os habéis sentido durante la narración? : Para ver si ellos también experimentan la gran mezcla de emociones que yo recuerdo de mi infancia como oyente de esta historia. 

Para concluir, he de admitir que este para mi es un cuento con muchos recuerdos y significados a su espalda y que por lo tanto me ha resultado más difícil posicionarme objetivamente, pero creo que el resultado ha sido el que buscaba y he podido analizar aspectos más concretos y educativos, los cuales habían sido invisibles hasta el momento. Reafirmo con total seguridad que este es un cuento que me gustaría narrar en mi aula de infantil el día de mañana cuando sea profesora.

“LA PRINCESA Y EL GUISANTE” de Hans Christian Andersen:




Este texto, de Hans Christian Andersen, es también uno de los más populares del autor. A diferencia de los anteriores considero que este no tiene un mensaje positivo que transmitir más allá del triunfo amoroso del final. Se trata más bien de un texto orientado hacía actitudes micromachistas que no me agradan del todo. Pues me parece bastante negativo que la princesa tenga que someterse a la prueba del guisante, sufriendo dolor físico, para poder estar “a la altura” del príncipe. Sin embargo, yo personalmente, tengo muy buenos recuerdo de cuando escuchaba esta historia, cuando era pequeña, de la mano de mis adultos cercanos, por lo que no rechazo por completo la introducción de este dentro del aula, pues considero que puede resultar divertido y entretenido para los más pequeños que todavía no tienen la capacidad de plantearse cuestiones como esas. 

Por lo tanto, se trata de un cuento que yo narraría en aula de dos-tres años. Opino que esta es la edad idónea para presentar esta narración pues se trata de un escrito bastante breve, con pocos personajes (la princesa, el príncipe y la reina) y con un final feliz. A estas edades los pequeños están empezando a forjar sus propios intereses y a ser conscientes del “yo” y por lo tanto a poder visualizarse dentro de otros personajes (el hecho de disfrazarse ya se empieza a notar de manera más natural y cada vez les entusiasma más). Así que me parece una buena idea que puedan verse a futuro como la princesa; valiente y dispuesta a lo que sea para conseguir resultados positivos. Evitando en todo momento (con comentarios posteriores y con la ayuda de las cuestiones finales) que consideren el hecho de poner a prueba a una persona como algo normal y que se debe hacer para poder verificar si es adapto o no. Además la figura del príncipe también puede ser vista como aquel que no cesa hasta encontrar lo que verdaderamente le llene y le gusta, convirtiendo su comportamiento en un ejemplo positivo para los pequeños oyentes que aún tienen mucho que aprender del mundo que les rodea. 

Dentro de este análisis pienso que sí es necesario hacer algún pequeño cambio en la estructura narrativa del cuento. Para que, la princesa gane un poco más de protagonismo y no se quede simplemente en el papel de una mujer que llega buscando ayuda y se somete a la prueba física de dormir encima de un duro guisante para ser aceptada. De este modo me gustaría introducir un pequeño dialogo al final de la historia donde la reina, una vez que ha comprobado que sí se trata de una princesa de verdad, le pregunte si ella está dispuesta a casarse con su hijo el príncipe. A primera vista puede parecer un detalle insignificante e irrelevante pero, bajo mi punto de vista, es bastante necesario pues, de algún modo, se le está dando a la princesa la importancia que se merece y la capacidad de decidir a ella también sobre su propio futuro. De este modo, los niños verían el personaje masculino a la par de importante que el femenino. Pues es así como debe ser. 

Por lo demás, no creo que haya que hacer más grandes cambios. Simplemente alguna palabra que adapte más a sus capacidades receptivas, pero eso siempre es sencillo y rápido si se trata de una narración sin texto delante. Pues la idea es contar un cuento y no leerlo.

El contexto, como ya he explicado anteriormente en los otros dos cuentos, sería también el sitio destinado a la asamblea. Esta elección es debida a que se trata de un escenario de encuentro y dialogo entre todos los componentes del grupo-aula. Para finalizar y siguiendo las dinámicas anteriores, plantearía una serie de cuestiones para que los alumnos relacionase los contenidos escuchados y puedan entender algunas cosas de manera más directa y conectándolas con sus propios mundos y sus conocimientos previos. Se me ocurre que las preguntas pueden ser parecidas a las siguientes: 

-“¿Os ha gustado la historia?” : A modo de introducción. 

-“¿Os gustaría ser la princesa y dormir encima de un guisante?” : Para que entiendan que no es algo agradable y que por lo tanto se trata de una prueba. 

-“¿Os ha gustado el final? Argumentar si la respuesta” : Para relacionar los conocimientos previos que ellos tienen en base a otras historias que escucharon anteriormente y el final de esta. 

Por último he de admitir que este ha sido el cuento que más trabajo me ha llevado pues la mayoría de opiniones sujetaban firmemente que es una historia que se debe de eliminar de las aulas ya que puede transmitir segundo mensajes “negativos” a los pequeños. Sin embargo yo quería asumir ese “reto” y conseguir que uno de mis cuentos favoritos de la infancia se siguiese pasando de generación en generación y no se perdiese con el paso del tiempo. Espero que mis modificaciones no sean desatinadas y así poder conseguir mi objetivo. 

CONCLUSIÓN FINAL:


Para finalizar este segundo trabajo decir que me ha resultado muy entretenido y gratificante poder VOLAR ENTRE LETRAS y retomar tiempos pasados donde se narraban aquellas historias primarias que dieron origen a todas aquellas que conocemos y que tanto disfrutamos. La literatura me parece un arte que se debe tratar en todas sus facetas y por lo tanto, esta de la narración directa y sin imágenes es una más dentro de las miles de expresiones que se pueden aprovechar de la cultura escrita. El amor por la literatura no puede morir nunca y está en nuestras manos que perdurando por los años. Estoy encantada de haber podido adentrarme más profundamente en este marco de la historia y haber conocido en mayores dimensiones a los Hermanos Grimm y a  Hans Christian Andersen. Espero poder seguir descubriendo y volando en este maravilloso mundo de las letras. (Soy consciente de que era preferible seleccionar únicamente aulas de cursos de Infantil, pero personalmente el texto “El patito feo” no me gustaría introducirlo en aula a edades más tempranas a la seleccionada. Y tampoco me quería quedar sin analizarlo y tratarlo pues me parece, como he indicado anteriormente, que trata temas muy importantes en el conocimiento y desarrollo de los niños). 

BIBLIOGRAFÍA:






¡HASTA LA PRÓXIMA; SEGUIMOS VOLANDO!