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viernes, 28 de abril de 2017

ACTIVIDAD 3


LA HORA DEL CUENTO




¡Bienvenidos a nuestro tercer viaje entre letras!

En esta nueva aventura traigo algo totalmente distinto e innovador a lo anterior; la puesta en práctica de la literatura dentro de las aulas de infantil.

Desde los comienzos de la educación se ha dado la Literatura como una de las ramas artísticas que forman parte del itinerario académico. De este modo se busca conseguir que la habilidad lectora y el gusto por la cultura y el arte nazcan como un placer desde edades tempranas.

Esta introducción, dentro del aula, puede hacerse mediante diversas estrategias como pueden ser principalmente; narración con libro, cuenta-cuentos y lectura. Son formas de transmisión literaria necesarias sobre todo en infantil puesto que los pequeños a estas edades tienen mayor dificultad a la hora de mantener la atención y de encontrar y mantener el interés por este tipo de actividades. Se encuentran en etapas del desarrollo en las cuales necesitan estar en continuo movimiento y con ganas de descubrir, por lo tanto es muy importante conocer sus necesidades e intereses para poder adaptarse a ellas en todas las actividades y no sólo en aquellas que surgen de mano de ellos como iniciativa propia. Aunque, también es posible que, si este trabajo se hace correctamente, la lectura surja en un futuro como propuesta de los propios alumnos.

En mi caso particular he decidido escoger la transmisión de la historia escrita mediante la estrategia de narración con libro pues era la que menos había podido practicar en mis experiencias con niños y quería verme en la situación para poder observar desde cerca cuáles son los aspectos en los que "flaqueo" y cuales tengo interiorizados y entendidos. Además porque considero que es, de las tres propuestas, la que más protagonistas hace a los niños y más juego puede dar a la hora de trabajarla.

¿Con qué libro hago la actividad? ¿Cómo la llevo a cabo dentro del aula?

A la hora de decidir con qué texto quería llevar a cabo la narración tuve que tener en cuenta diversos aspectos, pero principalmente a qué alumnos iba a ir referido, pues hay que pensar en sus necesidades, intereses y momentos evolutivos. Por lo tanto, tuve bastantes dudas, ya que no es sencillo encontrar el libro perfecto, que esté hilado coherentemente con los receptores y con la estrategia de transmisión.

Realice una búsqueda por todos mis libros de la infancia que todavía conservo y finalmente me decidí por uno de mis favoritos cuando era pequeña y el que recuerdo que escuchaba con más ganas y sin saciarme. Se llama “Con las puntas de los dedos”  y, como os voy a contar más adelante, se trata de una historia muy dinámica y que con facilidad va a atraer el interés de los pequeños.

                         


Como ya se puede observar desde su portada no encontramos únicamente las ilustraciones típicas que puede haber en un libro infantil sino que además están representadas unas huellas del color del oro que se complementan con una frase de subtitulo que puede servir como introducción a lo que va a ser el resto de la historia; “El libro con un camino de oro de ida y vuelta”.

Una vez que abrimos la portada, nos encontramos con esta dos primeras páginas:

                                 


Aquí ya se explica con más detalle que vamos a necesitar las manos para seguir la historia y así se les indica a los pequeños invitándoles a colocar sus dos manos en las hojas. De este modo, se consigue que los niños sean parte activa de la historia y se sientan parte de la experiencia, por no decir protagonistas. Lo cual me parece muy importante pues cuanto más involucrados se vean ellos, mayor interés van a tener y más gusto van a cogerle al arte literario y a todo lo que este conlleva.

Por lo tanto se trata de un libro en el cual cada nueva página lleva entrelazada con la historia el camino que se tiene que seguir con la yema de los dedos para poder seguir el hilo de lo que se está narrando.

                             

Además, como se puede observar no contiene mucho texto y las ilustraciones son grandes y reflejan muy claramente lo que está escrito. Esto es muy importante en la estrategia escogida pues se trata básicamente de contar lo que está ilustrado y no de seguir el texto.

Por todos estos motivos considero que la mejor edad para introducir este texto en narración con libreo es en aulas con alumnos de dos-tres años de edad. Elijo esta como etapa idónea pues los niños están desarrollando el autocontrol y el autoestima, con lo cual he relacionado este momento evolutivo con la importancia que se les otorga al ser participes de la narración al levantarse para colocar sus dedos en el camino que indica el libro. Además el autocontrol se puede observar también en el momento en el cual no son ellos los que se levantan a dejar sus huellas, por muchas ganas que tengan, sino que va a ser otro de sus compañeros y tienen que respetarlo y dejar sus impulsos y deseos de un lado, y de ese modo, reafirmo, controlarse.

Como añadido argumentar mi elección del aula indicando que durante estas edades los pequeños están muy relacionados con el aprendizaje de los animales y es precisamente el tema principal del libro seleccionado.

                               


La manera de trabajarlo la abarco de la manera más sencilla. Mi idea es colocar a los niños en un semicírculo en el espacio dedicado a las asambleas o en algún lugar tranquilo, como la propia biblioteca (si hay, porque no todas las escuelas infantiles tienen) o llevármelos afuera, a cualquier sitio con césped donde se puedan sentar y escuchar lo que voy a narrarles. La idea de ir fuera es la que más me convence, pero sí es cierto que es la más “complicada” pues muchas veces no se dispone del lugar adecuado o la temperatura no acompaña.

Escogido el sitio, les empezaría explicando que voy a contarles un cuento con el que vamos a seguir un camino y que por lo tanto necesito su ayuda. Así, les llamaría uno a uno en un primer momento (sólo aquellos que se muestran interesados, sin obligar a nadie a hacer algo que no quieren) y les indicaría que para “abrir” el libro y empezar la historia deben colocar las manos en las dos estampas del principio que se pueden observar en la foto colgada líneas arriba. De este modo ya se empezarían a sentir parte de la actividad y se interesarán más en ver cómo prosigue. Seguiría esta estrategia durante toda la narración, llamando a los niños voluntarios para que siguiesen el camino de las huellas. Buscando siempre una interacción constante.

Además introduciría algunas preguntas durante el desarrollo de la historia y el paso de las páginas. Estas surgen como objetivo para ver qué van entendiendo de lo que les estoy contando en base a sus propias realidades, como por ejemplo;

¿Os habéis perdido alguna vez de papá o mamá como le pasó al pequeño cocodrilo?

¿Os gustaría bañaros en barro como hace el cerdo?

¿Os ha dado miedo la bruja Gertrudis?

Finalizada la narración dejaría el libro en el rincón de lectura del aula para que todos aquellos niños que quieran seguir descubriéndolo puedan hacerlo siempre que se les antoje.

¿Cómo he preparado la puesta en práctica?

Una vez superados los procesos anteriores de elección de libro y edad con los que quería desarrollar la actividad, me puse en el papel de la profesora que voy a ser el día de mañana y decidí prepararlo todo para llegar al aula y hacer la narración con libro de la mejor manera posible para conseguir mis objetivos; principalmente para que los niños se sientan atraídos por el momento dedicado a la literatura dentro del aula y que exista una conexión entre los pequeños y la narradora de la historia, yo.

Para ello dividí el trabajo en pasos. Primero empecé con una lectura únicamente mental y personal para entender la historia y analizar los momentos claves y las distintas estrategias que se me podían presentar para realizar la narración delante de la clase. Pues, aunque me lo hubiese leído y lo hubiese escuchado una infinidad de veces cuando era pequeña, no me acordaba muy bien y además la lectura que realizaba antes y la que realizo ahora son totalmente distintas, pues la visión de una niña no es la misma a la de una chica de 20 años y mucho menos a la de una futura profesora.

Una vez que tenía clara la historia y la forma en la cual quería transmitírsela a mis alumnos, pasé a dejar de lado la lectura y empezar con la narración. Para ello les propuse a mis cinco primos pequeños que se sentasen en semicírculo delante de mí para que les contase un cuento. Ellos al principio se mostraron un poco contrarios a la idea, pues no querían dejar de correr dando vueltas por toda la habitación, pero a medida que iba avanzando la historia les entusiasmaba más la idea de seguir la narración, tanto con la escucha activa como con el juego de recorrer sus dedos por el camino señalado y acompañar a los animales hasta el final del camino. Repetí esta estructura varias veces, ya que ellos siempre me gritaban “¡OTRA VEZ, LILI, OTRA VEZ!”. La forma en la que respondieron a la propuesta me motivó bastante y, en cierto modo, me indicó que algo estaba haciendo bien.

Por último, la misma mañana de la actividad en clase con mis compañeras decidí sentarme delante del espejo de mi habitación y narrarme a mi misma el cuento mientras iba enseñando las ilustraciones del libro. Fue mi padre el que me aconsejó hacerlo pues a él le servía mucho en las exposiciones de la universidad para practicar las caras y los gestos. Me pareció una idea muy interesante y sobre todo importante para la realización de esta actividad en concreto, porque muchas veces los niños buscan un intercambio de miradas o una cara por parte de la profesora a modo de aprobación o conexión y sentirse seguros. Volviendo así al concepto de autoestima que trabajan en estas edades principalmente.

Por lo tanto, con esto último concluí mi ensayo de la actividad, pues me sentía preparada para ponerla en práctica delante de mis compañeras.

¿Cómo es la puesta en práctica con mis compañeras? ¿Me evalúan?

La mañana de reunión con mi grupo (Leticia Pascual y Esther Andujar) para llevar a cabo las estrategias elegidas he de reconocer que estaba un poco nerviosa porque no es lo mismo hacerlo con niños pequeños que con mis iguales. Pero esos nervios desaparecieron enseguida pues me sentí muy a gusto con ellas y me di cuenta de que no tenía ningún sentido que estuviese así.

Fui la segunda en presentar mi estrategia y en pedir el feedback. Ellas me evaluaron muy positivamente. Me dijeron que había conseguido que se metiesen en la historia y generarles así un interés muy necesario en lo pequeños, sobre todo en los que yo había escogido de dos y tres años. Me comentaron también que les habían gustado mucho mis ideas para interactuar con los alumnos pues consideraban que esa es la parte más complicada de la actividad y que había encontrado buenos métodos para afrontarlo. A modo de critica constructiva me aconsejaron que levantase un poco el tono de voz ya que en algunas ocasiones habían tenido que hacer esfuerzos para escucharme.

En un segundo momento me cambie de compañeras y me puse con Ana Gómez y Paula Zamora y repetí la narración. Esta vez me volvieron a decir que les había gustado mucho mi método de afrontar la estrategia y que además les había gustado mucho el cuento. Me aconsejaron que me recogiese el pelo pues muchas veces se había colocado encima de las páginas del libro y podía convertirse en un obstáculo para los oyentes a la hora de visualizar las ilustraciones.

Por lo tanto, puedo considerar que la evaluación que han hecho mis compañeras es mayormente positiva y que les ha gustado mi trabajo.

¿Cómo me he visto yo?

Pasando ahora al terreno de la autoevaluación y a la perspectiva personal he de apuntar algunas cosas. Para empezar reafirmar que me he sentido mucho más a gusto y tranquila de lo que me esperaba y eso es algo que valoro muy positivamente, tanto por el hecho de que he mejorado con respecto al miedo que tenía de hablar en público, tanto como por el buen compañerismo que ha surgido.

Ahora, analizando cómo he visto yo que he desarrollado la actividad he de admitir que el resultado me agrada bastante. Considero que lo he podido hacer como lo tenía planeado, a pesar de tener que corregir algunos detalles. 

Como aspectos a mejorar sí es cierto que debo alzar un poco más el tono de la voz y para ello debo seguir trabajando en ganar seguridad en mí misma y perder la desconfianza y los nervios. Y también debo tener en cuenta el detalle de recogerme el pelo, pues es algo que nunca antes había pensado y sí me parece muy importante cambiarlo. 

CONCLUSIÓN:

A modo de síntesis y de evaluación general de la actividad comentar que me ha resultado un proyecto muy interesante y necesario para todas aquellas personas que el día de mañana quieran dedicarse a la educación.

Me he podido dar cuenta de que dista mucho la teoría de la práctica a la hora de hablar de actividades con pequeños, pues por mucho que sepamos de documentación sobre cómo se debe hacer, nunca nos vamos a dar cuenta de cómo de verdad se hace si no lo ejecutamos en nuestras propias carnes.

He aprendido mucho en esta tercera propuesta y me han aumentado las ganas de que llegue el día de mañana y pueda realizar todas estas cosas con mis futuros alumnos y aprender de ellos como ellos de mí.

Ahora, como digo siempre, sólo queda seguir nuestra aventura volando entre letras y conociendo más la Literatura.  

PD: He buscado el libro en PDF o colgado online para añadirlo a la bibliografía, pues me gustaría que el lector del blog se lo pueda leer y entender mejor todo aquello que cuento, pero no lo he encontrado. ¡De todas formas si te quedas con las ganas me lo puedes pedir y te lo dejo con mucho gusto!

¡HASTA LA PRÓXIMA VIAJEROS!

BIBLIOGRAFÍA:

http://www.mundodescargas.com/apuntes-trabajos/psicologia_t/decargar_etapas-del-desarrollo-psiquico.pdf

4 comentarios:

  1. ¡Hola Alicia!
    Una vez más me ha gustado mucho poder leer tu publicación, en este caso, esta relacionada con el bloque 3 de la asignatura. No me canso de leer tus publicaciones, pues creo que desde un primer momento has sabido enfocar muy bien tus trabajos a lo que es realmente un blog, lo que hace que tus lectores se enganchen y disfruten leyendo todas tus publicaciones.
    Ya en relación con esta actividad en concreto, considero que has vuelto a realizar un trabajo muy bueno, pues creo que has sabido elegir perfectamente la edad adecuada para leer el cuento escogido a tus alumnos, a parte de elegir un cuento que a mi la verdad me encantó. Al mismo tiempo, como ya te dije en la puesta en práctica, creo que lo hiciste también muy bien y que es un cuento con el que se puede disfrutar mucho con nuestros alumnos y que tú misma demostraste que es un cuento que te encanta y al que le guardas mucho cariño.
    ¡Buen trabajo!
    Un beso, Ana.

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  2. ¡Mil gracias Ana! Siempre es un placer escribir para lectores como tú, un beso.

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